Mientras volviamos del aeropuerto y cruzabamos santiago por la alameda lo vi a ese santiago, gris y saturado con ojos de quinceañera enamorada, me reencanto, por un breve segundo, pero despues de las siesta me doy cuenta que fue solo un momento y que debo partir, me encantaria saber si detras del impaz de hoy existe un motivo superior, supongo me quedare con la duda.
Agradesco la oportunidad de conversar con mi papa. Si lo veo por ese lado, quisas valio la pena el retraso, aun asi el plan sigue en pie.
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